El último güisqui
Serie de microrrelatos de género negro IV
ANTUÁN
Antuán
—¡Como un perro sediento, así estoy ahora mismo! ¡Sírveme ya esa copa, mastuerzo, antes de que se presente la pasma, y me lo tenga que beber del tirón!
—Tranquilo, jefe, todo controlado, ya lo sabes.
—Sí, eso me dijiste la última vez, y me comí un Alcatraz de casi cinco años, y hoy los tengo pisándome los talones.
—Esta vez es diferente. Lo de entonces fue un error de cálculo, ahora no hay cabos sueltos —respondió el socio, terminando de servir el güisqui con manos temblorosas.
El jefe lo observó en silencio con unos ojos que eran dos pozos de desconfianza. El eco de las sirenas, cada vez más cercano, rompió el silencio.
—Si estás tan seguro, ¿por qué tiritas? —preguntó, apretando los dientes—. Si nos atrapan esta vez, no habrá vuelta atrás. ¿No habrás…
El silencio fue la respuesta. Las luces azules ya atravesaban la ventana del bar.
Nota: este microrrelato participó en octubre de 2024 en el concurso Getafe Negro, una iniciativa de microrrelatos organizada por la Escuela de Escritores en colaboración con el Ayuntamiento de Getafe. La extensión máxima era de 150 palabras, y la historia debía comenzar por las palabras Como un perro.