Monólogo a dos voces

Relato de un diálogo con voz única

Antuán

—"Sí, soy yo, ¿es que no miras la pantalla al responder?

—Claro, claro, ya sé que vas a tope siempre.

—Pero dime, ¿cómo te fue en la entrevista de trabajo?

—¿Ah, sí? ¡Eso suena guay!

—No, en serio, me alegro mucho por ti.

—Vamos, que con tus habilidades, era cuestión de tiempo.

—¿Y qué te dijeron sobre el proyecto que tendrías que liderar?

—Vaya, eso sí que es jodidillo, pero tú puedes con eso y más.

—¿Cuánto tiempo te dieron para pensar en la oferta?

—Bueno, es normal. De todas formas, no tomes decisiones precipitadas.

—Ah, y hablando de decisiones, ¿ya hablaste con Marta sobre esto?

—Sí, vale, lo pillo, es mejor esperar a tener algo seguro.

—Bueno, lo importante es que se vea que hay progreso, ¿no crees?

—Sí, sí, totalmente de acuerdo. ¿Y los niños cómo están?

—Ah, la mía creciendo rápido, como siempre.

—Me alegro, dales un beso de mi parte.

—Bueno, te tengo que dejar. Piensa en lo de la oferta y hablamos otro día, ya si eso.

—Sí, cuídate mucho y cualquier cosa me llamas.

—¡Ciao, ...y yo también, y lo sabes!