Sangre y rezos
Serie de microrrelatos de género negro II
ANTUÁN
Antuán
Como un perro desahuciado, así sería su final. Se había dejado los mejores años de su vida cuidando la espalda del capo, y por primera y última vez, su trabajo fue crucial.
Sobre la camilla, camino del quirófano, apenas distinguía ya las sucesivas lámparas del interminable pasillo. Perdía mucha sangre, demasiada, lo sabía bien, por su gran experiencia en ese medio viscoso, tan difícil de limpiar de la escena de cualquier crimen. Los médicos no podrían hacer nada.
Ese dolor insoportable en el pecho suponía un único pronóstico: le quedaban pocos minutos. Una pena, pensó, no recordar cómo se rezaba, pero… ¿qué arreglaría una oración en ese punto? Ni siquiera el Dios cristiano, en su bondad, sería tan estúpido como para creerse su arrepentimiento súbito, después de ganarse el infierno a tiros.
Antes de que todo se apagara, aún sonrió: al menos, había sido un profesional hasta el último aliento.
Nota: este microrrelato participó en octubre de 2024 en el concurso Getafe Negro, una iniciativa de microrrelatos organizada por la Escuela de Escritores en colaboración con el Ayuntamiento de Getafe. La extensión máxima era de 150 palabras, y la historia debía comenzar por las palabras Como un perro.